Balleth Meccanicue es un sistema de prendas en evolución arraigado en Guadalajara. Nacida del impulso de distorsionar y replantear la estética dominante, propone la moda no como producto, sino como residuo de historia y cultura.
La marca opera como una exploración de las estéticas subalternas, errancia visual y belleza desalineada. Basándose en las contra-historias mexicanas, la saturación posmoderna y el pulso espectral de la música High NRG de la década de 1980, Balleth Meccanicue construye un archivo vestible de colapso y colisión. Sus colecciones canalizan el ruido visual de los volantes de danza underground, la simetría hipnótica de las ilustraciones sonidero, y la audacia arquitectónica de los espectáculos de luz y el diseño escénico de Polymarchs.
Dentro de cada pieza se estratifica una devoción por el exceso y la ruptura: ironía, sensualidad cruda, cortes exagerados y agresión gráfica. Las prendas de vestir no se limitan a vestir; vibran con la memoria sonora, acecha con residuos visuales y promulgan la transformación a través de la disonancia.
Las referencias abarcan desde la cultura de impresión visceral de los mixtapes mexicanos de la década de 1980 hasta la angustia xeroxada de la efemera punk hardcore estadounidense. Cada silueta toma prestado de uniformes, reliquias y disfunción ornamental contorsionadas a través de la lente del romanticismo subcultural.
Estas piezas son contradicciones en movimiento: precisas pero sin resolver, escultóricas pero en descomposición, ceremoniales pero desgastadas en la calle. El proyecto está profundamente informado por vocabularios visuales y sonoros del pasado: el trabajo gráfico de Jaime Ruelas (Polymarchs) y Gwenaël Rattke, el futurismo fragmentado de bandas mexicanas de los 80 como Size, Casino Shanghai, y Avant Garde, y los sintéticos crudos de actos como Suicide, Tangerine Dream, Severed Heads, Patrick Cowley, Chris & Cosey, Silver Apples, y Divine.
Estas referencias actúan no como nostalgia, sino como planos para el diseño desobediente, enraizados en el exceso analógico, la energía sexual, y la sobrecarga visual. En lugar de seguir tendencias lineales, BM existe como un ecosistema cambiante. Se alimenta de experimentación, colaboraciones inadaptadas y circuitos comunales.
Balleth Meccanicue no está interesado en conclusiones limpias. Opera como un registro vivo de prendas de vestir, artículos mecánicos, y lógicas materiales alternos de uso común y la promoción de perspectivas transgresoras, crudas e incoherentes.
CRÉDITO
Emilio García
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